lunes, 28 de abril de 2014

Bienvenidos al maravilloso mundo del Teatro Social

Herramienta de transformación personal y colectiva

Teatro aplicado Teatro para el desarrollo
                                                                                               Teatro social
Teatro comunitario
Animación teatral
Teatro del Oprimido


Hoy , queremos adentrar a los estimados lectores en el mundo del Teatro Social.

La base teórica del teatro social surge de la exportación de las tesis de Augusto Boal que desarrolla lo que se da en llamar el Teatro del oprimido apoyándose, entre otras en la idea que “cualquiera puede hacer teatro, incluso los actores”.

En el teatro se representan situaciones humanas, es decir, la interacción de los actores con ellos mismos y con el entorno utilizando diferentes problemáticas  y esto se conoce como “dramas “. Todo ello surge a partir del “conflicto” ya que este es el punto crítico a partir del cual se produce el descubrimiento, el crecimiento o el avance personal o comunitario, por lo que el teatro es un instrumento formativo al servicio del crecimiento, desarrollo y autonomía progresiva de las personas y las comunidades. Además, puede ayudar a las personas a terminar con las inhibiciones, traumas, problemas que puedan tener así como la mejora en la confianza, interacción y la comunicación con las personas. Para ello, el cuerpo es el que experimenta y se pone en juego en las acciones teatrales independientemente de la edad, sexo, profesión, etc. El teatro, al igual que la danza, es inter y multigeneracional. Esto último es algo que nosotras valoramos positivamente ya que como hemos dicho anteriormente, el teatro es un instrumento de formación y válido para cualquier etapa de desarrollo de las personas. En cada una de ellas tendremos unos objetivos predeterminados y emplearemos las técnicas más adecuadas. 


Sobre todo el teatro es divertido e integrador.

Las acciones dramáticas posibilitan el uso simbólico del espacio y de los objetos lo que favorece el desarrollo de la imaginación, la creatividad , la flexibilidad y adaptación a situaciones nuevas. 

El teatro social se justifica pues, como una vía para evitar el aumento de las desigualdades, evitar el refuerzo de la imagen de una cultura y un arte exclusivamente de élite, para hacer accesible esta cultura a todas las personas y convertir y reconocer a cada una de ellas como a agente creador. En definitiva se trata de democratizar la cultura: de facilitar caminos de expresión, creación y comunicación individuales, grupales y comunitarios..



El Teatro del Oprimido es un conjunto de ejercicios, ju egos y técnicas teatrales que  sirven como instrumento eficaz en la comprensión y la búsqueda de alternativas para problemas sociales e interpersonales. Sus vertientes pedagógicas, sociales, culturales, políticas y terapéuticas proponen transformar al espectador (ser pasivo) en protagonista de la acción dramática (sujeto creador), estimulándolo a reflexionar sobre el pasado, transformar la realidad en el presente e inventar un futuro , según Augusto Boal, su creador. En pocas palabras, “estimular a no-actores” a expresar sus vivencias de situaciones cotidianas a través del teatro . 


El objetivo del Teatro del Oprimido  es la reflexión, sobre las relaciones del poder, explorando historias entre opresor y oprimido, en las que el espectador-alumno asiste y participa del acto. Los textos son construidos en equipo, a partir de hechos reales y problemas típicos de una comunidad, como la discriminación, el paro, los prejuicios, el trabajo, la violencia de género, la prostitución y otros.

En nuestra opinión, el teatro, el arte dramático y la pedagogía de la expresión son herramientas educativas básicas para la intervención en el campo de la formación. Y para las personas en dificultad de inserción social suponen de encontrar salidas para formar parte de la sociedad.

Porque, cuando utilizamos estas técnicas dramáticas ponemos en marcha un proceso que corresponde a las esperanzas de los marginales; al trabajar con ellos lo más importante es escucharles y mirarles para permitir que se expresen. Tienen mucho que decirnos por lo que los profesionales “de lo social” en general y los educadores en particular necesitamos recursos que faciliten situaciones de aprendizaje indirecto, herramientas de comunicación e intercambio que nos permita la relación con las persones y su entorno. Juegos de crecimiento individual y grupal que aporten vivencias integradores, relacionales, deshinibidoras, constructivas, criticas y, sobre todo, sociales.

Desde la perspectiva social, el teatro es portador de pautas de integración porque es uno de los actos colectivos por excelencia: es un trabajo de grupo y un acto social que se realiza delante de un público. De entrada la participación en un grupo implica un sentimiento de pertinencia social y, en este caso, en un grupo que tiene un objetivo común basado en el trabajo conjunto, en búsqueda de la belleza y no de la competición.

Hasta aquí nuestra aportación acerca de este tema, os dejamos a continuación unas páginas que resultan de gran interés.

Muchas gracias por vuestra atención,

¡Hasta pronto!